El exposoma y la salud, en resumidas cuentas, es el ambiente o contexto de cada uno, solo que en la actualidad este nuevo concepto ha adquirido mayor importancia al estudiarse desde una perspectiva de poblaciones. Es decir, cobra mayor protagonismo para la investigación epidemiológica en salud pública.
Índice
●Definición
●Factores de riesgo o de estrés
●Ambiente y algunas enfermedades
●Contaminantes del aire
●Piel
●Recomendaciones de salud dermatológica
●El eje cerebro-intestino
●Disruptores endocrinos
●Fuentes de exposición
●Estrógenos
●Exposición a disruptores y enfermedades
●Conclusión
Definición
El expoma son todas las exposiciones ambientales que someten hacia estados de enfermedad al ser humano desde su nacimiento. Desde la salud pública su utilidad radica en una forma de estudiar las nuevas enfermedades generadas por los factores de estrés no genéticos como: productos químicos, contaminación ambiental, fármacos, agentes infecciosos y el estrés psicosocial.
Sin embargo, una de sus grandes limitaciones es la falta o dificultad de correlación entre los factores de riesgo o estrés y las enfermedades potencialmente relacionadas.
Factores de riesgo o de estrés
Factores de riesgo: productos químicos presentes en las partículas del aire (el humo del tabaco, tráfico, industrias, hidrocarburos aromáticos como el benzopireno), cloración de aguas, dieta, drogas, radiación, ruido… Que desencadenan respuestas dañinas en el organismo: inflamación crónica, peroxidación lipídica, estrés oxidativo, disbiosis en las diferentes zonas microbioticas del cuerpo. Resultando así casi imposible evitar la exposición a dichos agentes dañinos, pero, si que se puede reducir o aumentar la «fuerza fisiológica» de cada uno (me encanta este término, me refiero a tener una actitud de responsabilidad con la salud e incluir los hábitos inmune-metabólicos que promociono en el Bosón: ejercicio de fuerza-hipertrofia e HIIT, NEAT meditación y descanso, terapia de luz ir, exposición al sol, al frío, dieta baja en PUFAS y alta en carbohidratos, etc.) cuyo fin es mejorar la resistencia frente a las exposiciones ambientales dañinas.
Para objetivar la fuerza fisiológica o cuantificar el estado de salud los parámetros a medir son:
- Temperatura corporal
- Peso y composición corporal (porcentaje graso y presencia de tejido muscular)
- Presión arterial
- Frecuencia cardíaca
- VO2 Max
- Monitorización de glucosa (CGM)
- Analítica sanguínea: proteína C reactiva, homocisteína y panel hormonal, de manera general puede ser interesante.
Y de manera subjetiva:
- Sentirse descansado al despertar
- Libido
- Calidad de digestiones
- Estado de ánimo y estabilidad energética
- Lucidez mental
Estas características se mejoran a largo plazo mediante el estilo de vida.
Ambiente y algunas enfermedades
La exposición a benceno presente en el aire procedente de la producción industrial, en plásticos, productos de metalurgia, etc. Se ha relacionado con alteraciones hematológicas como leucemia mieloide aguda, síndromes mielodisplásicos y linfomas.
Y la relación de oro entre el exposoma y enfermedades, se la lleva el cáncer. Es decir, la gran epigenética. Cuyos factores de riesgo más estudiados son hábitos tóxicos como el tabaco, alcohol, sedentarismo, dieta, exposición laboral y contaminantes ambientales.
Contaminantes del aire
El tamaño de las partículas del aire determina el potencial de daño inflamatorio y oxidativo en los sistemas biológicos expuestos, las partículas finas son más peligrosas que las gruesas debido a que alcanzan con mayor facilidad el tejido alveolar, quedando retenidas en los pulmones y dispersandose por todo organismo. En suma, hay que tener en cuenta la composición de las partículas, que principalmente se compone de: metales de transición, iones como sulfato, nitrato, radicales estables de quinoides carbonosos, gases reactivos, residuos de la combustiones de los motores de coches, máquinas…
Las partículas mencionadas provocan alteraciones en la piel, enfermedades cardiovasculares y cardiopulmonares. La cuestión es, ¿Cómo podemos protegernos? Bajo mi entendimiento, procurando baños de bosque, incorporando filtros y purificadores de aire en las zonas de interior donde más tiempo se permanezca como el salón o el dormitorio, evitar la exposición al humo de los fumadores, evitar inhalar el humo de los coches, (-si, mantener un poco la respiración, obteniendo así los beneficios del efecto Bohr y del gran CO2), realizar ejercicio físico, el cual aumenta la frecuencia respiratoria y así la movilización de secreciones pulmonares, las duchas de contraste frío-calor también van en esta línea, así como terapias de rehabilitación respiratoria como el tapping.
Piel
En la siguiente imagen se observa muy bien todo lo que concierne a la piel:

(Los factores ambientales que más afectan al envejecimiento de la piel son: el tabaco, la contaminación, la exposición descontrolada al sol, el abuso de productos cosméticos, la ausencia del sueño, el estrés y la nutrición)
Recomendaciones de salud dermatológica
No fumar, evitar ser un fumador pasivo y mantener una dieta rica en antioxidantes (vitamina C, vitaminas del grupo B y vitamina E) a la vez que se limita al máximo las PUFAS (por la peroxidación lipídica y la consecuente lipofuscina), no consumir tóxicos como el alcohol y mantener buenos hábitos de sueño-descanso.
Limitar la locura de exponerse al sol durante todo el día en verano con o sin protector solar, pero tomar el sol del amanecer y atardecer durante todo el año. Evitar luz azul por la noche e incorporar de manera diaria terapia de luz roja e infrarroja.
Evitar lavarse la piel a diario con jabón ya que se elimina la barrera natural de la piel, usar jabones suaves e hidratar la piel con aceite de oliva o productos cosméticos ricos en antioxidantes.
El eje cerebro-intestino
La comunicación a través de procesos neuronales, metabólicos, inmunológicos y neuroendocrinos que tiene lugar de manera bidireccional entre el sistema nervioso central y el aparato digestivo, se está convirtiendo en un pilar fundamental para el abordaje de múltiples enfermedades así como la potenciación de la auténtica salud.
No es de extrañar así, que la salud empieza con la digestión, procurar por ello saber comer en un ambiente relajado con música clásica, saboreando la comida, masticando bien, mientras, se lleva una dieta de fácil digestión y equilibrada en carbohidratos, grasas saturadas y proteínas es de crucial importancia. Pues, se ha visto como personas que sufren de malas digestiones, a la larga, sufren de leves alteraciones como alergias, dermatitis, resfriados y hasta alteraciones más graves como Crohn, colitis ulcerosa, síndrome de intestino irritable, SIBO, enfermedades autoinmunes como la psoriasis, artritis reumatoide e incluso la permeabilidad e inflamación crónica intestinal puede predisponer a enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, ELA, Alzheimer… Y seguramente muchas más, procurar un entorno digestivo sano es de vital importancia.
Disruptores endocrinos
Son sustancias químicas parecidas a las hormonas pero que provocan alteraciones (miméticas o antagonistas) en la fisiología. Es decir, poseen propiedades tanto estrogénicas como antiestrogénicas, androgénicas y/o antiandrogénicas, tiroideas y/o antitiroideas, entre otras. Sus efectos tienen lugar cuando se acumulan directa o indirectamente, hecho que ocurre fácilmente debido a que se encuentran con asiduidad en el mundo globalizado. Así que, quieras o no, la exposición diaria está asegurada en mayor o menor dosis. Es importante entender que existe un denominado «cóctel químico» de disruptores endocrinos (existen alrededor de 800 compuestos clasificados por la OMS sospechosos de alterar el sistema hormonal) al que estamos continuamente expuestos aunque sea a dosis bajas, de manera acumulativa termina siendo una cantidad significativa capaz de aumentar el riesgo de cánceres hormono-dependientes como: mama, ovario, próstata, testículos y tiroides. Al actuar como falsas hormonas desequilibrando la fisiología
Fuentes de exposición
La exposición ambiental tiene lugar con pocas dosis pero de varios y abundantes disruptores, generando así un efecto acumulativo de fondo. Generalmente las vías de entrada son: pesticidas agrícolas, insecticidas y contaminantes de alimentos vegetales, contaminación del aire, agua, compuestos liposolubles tóxicos presentes en las grasas animales, BPA de los plásticos, perfumes, cremas cosméticas, utensilios de cocina como ollas, sartenes…
Sin embargo, existe mucha ausencia de evidencia o poca significación estadística en los estudios cuando se quiere investigar la causalidad de la exposición a un determinado disruptor endocrino y una enfermedad, debido a que estás sustancias tienen una vida media muy corta en el organismo, se acumulan diferentes compuestos y existen otras variables que la población en estudio presenta, siendo así difícil la asociación entre la enfermedad y los disruptores endocrinos ambientales.
Estrógenos
El exceso de estrógenos acarrea múltiples desórdenes fisiológicos en el organismo. En los últimos años la exposición a xenoestrógenos ha ido en aumento junto con unos malos hábitos de vida como una dieta pobre en fibra (sobre todo la fibra de las zanahorias que estimula la reabsorción enterohepática de los estrógenos endógenos excretados por la bilis), aumento de la ingesta de fitoestrógenos (soja), grasas poliinsaturadas con tendencia a la peroxidación lipídica presentes en la dieta, un gasto energético insuficiente junto con una ingesta calórica alta (nos movemos poco y comemos mucho crónicamente), la falta de tejido muscular junto con el exceso de tejido adiposo órganos muy activos metabólica y hormonalmente, estrés diario, tratamientos farmacológicos, anticonceptivos orales… Además de los disruptores endocrinos, estos hábitos contribuyen a la desregulación de los estrógenos y el resto del panel hormonal: TSH-hipófisis, tiroideo-adrenal, andrógeno…

Exposición a disruptores y enfermedades
- Alquilfenoles con cáncer de mama
- Insecticidas, plaguicidas con cáncer de próstata y tracto urogenital masculino (criptorquidia e hipospadias)
- Metales pesados con cáncer de próstata
- Alteraciones tiroideas
- Exposición laboral (como la industria automotriz) asociada con cáncer de mama y pulmón
- Disruptores presentes en la agricultura y ganadería asociada a cáncer de próstata y síndrome de Ovario Poliquístico
Conclusión
No se puede evitar la exposición a los diferentes agentes nocivos mencionados, pero sí, aumentar la capacidad o fuerza fisiológica procurando hábitos pro metabólicos a la vez que se minimizan en la medida de los posible la exposición a dichos agentes, por ejemplo, usar sartenes de cerámica en vez de teflón, usar plásticos sin BPA, evitar zonas de mucha contaminación, incluir fibra dietética que absorba el exceso de estrógenos como la fibra de la zanahoria, aumentar la capacidad detoxificadora del cuerpo mediante la promoción de la salud: meditación, sueño correcto, suficientes calorías concepto muy importante ya que sin energía no hay salud ni vida y eliminación de tóxicos como tabaco alcohol, PUFAS y sedentarismo. Una vez mejorado el metabolismo se pueden incorporar ayunos que también tienen una gran capacidad detoxificadora.
Fuentes:
Scielo. Exposoma y salud laboral
Pubmed. Impacto partículas contaminantes en la piel
Pubmed.Toxicología partículas del aire
Pubmed. Exposoma de la piel y exposición a contaminantes
Revista Pediatría.Microbiota, exposoma, epigenética y salud
SciencieDirect. Exposoma y edad de la piel
Scielo. Microbiota y exposoma
Scielo. Exposición a disruptores endocrinos y sus alteraciones hormonales
IntraMed. Contaminación invisible hormonal
UnversidadRosario. Exposición laboral a sustancias químicas
GoogleScholar. Disruptones Endocrinos