Resistencia a la insulina y dieta sin azúcar

Un pequeño post dedicado a la relación entre la resistencia a la insulina y una dieta sin azúcar. No tengo porque tener razón, es tan solo mi opinión tras horas leyendo y analizando las rutinas del sector, espero que sirva de ayuda.

¿Por qué sucede esto? Las dietas bajas en carbohidratos producen resistencia a la insulina fisiológica debido a que la ausencia de carbohidrato reduce los niveles de insulina. Condicionando la respuesta hormonal del estrés (cortisol, glucagón adrenalina…), provocandose así la descomposición de adipocitos para liberar ácidos grasos. La importancia de la composición de las grasas dietéticas es aquí de crucial importancia, pues una dieta rica en PUFAS aumenta la respuesta del estrés, ya que el cuerpo almacena esta grasa tóxica en sus adipocitos. Siguiendo con el metabolismo de una dieta baja en carbohidratos, estos ácidos grasos liberados serán utilizados como combustible por el tejido músculo-esquelético, aumentando la resistencia a la insulina en el tejido muscular.

Cetosis e intolerancia al azúcar

Esto es perfectamente normal, en condiciones normales de baja actividad se oxidan más ácidos grasos que glucosa, es por ello que una dieta permanente baja en carbohidratos genera intolerancia a los mismos. En esta situación, con una ingesta normal de carbohidratos se genera aumentos por encima de lo normal de glucosa, debido a que el músculo “rechaza” la glucosa. Si estando en este punto te haces un SOG (tolerancia oral de glucosa), te diagnosticarán como diabético, lejos de la realidad.

Lo que de verdad se correlaciona directamente con la resistencia a la insulina es estar gordo, así de simple. Para ello hay que hundir la tasa metabólica con mecanismos como la inflamación sistémica de bajo grado, la peroxidación lipídica provocada por grasas insaturadas inestables al calor que inhiben el metabolismo tiroideo, alto nivel de estrés ya sea psíquico, físico, emocional… Que desemboca en niveles crónicamente altos de cortisol donde la hormona tiroidea está inhibida (se deben comprender las interferencias del eje metabólico tiroideo-adrenal).

La teoría de la insulina

La insulina, a la que muchos le han otorgado la llave del infierno como la hormona maestra de la diabetes, siendo en realidad el glucagón. Se ha hablado de sus efectos inflamatorios de manera aislada, pues es “una insula” ya que es solo una hormona encargada de regular la glucemia, pero en realidad existen hasta 13 transportadores de monosacáridos (GLUT), siendo muy pocos dependientes de la insulina como GLUT4. Que, incluso, es sensibilizado a la glucosa en ausencia de insulina por parte del tejido muscular cuando este ha sido ejercitado. Y más ejemplos…

Pero la insulina no es el demonio, es una hormona más, se necesita entender el entorno para poder decir algo y no caer en reduccionismos. Sin embargo, la insulina promueve la síntesis de aminoácidos en el tejido muscular (los aminoácidos como arginina o leucina estimulan más la insulina que la glucosa). La insulina también previene la toxicidad de la hiperglucemia causada por respuestas de estrés, aumenta la producción de  testosterona, aumenta la formación de glucógeno…

Sensibilidad a la insulina

El problema viene cuando se pierde la sensibilidad a la insulina, y el camino hacia esto es el de siempre: sedentarismo, dieta alta en pufas, tóxicos, tabaco, alcohol, estrés emocional, insomnio, etc.

Para mejorar la sensibilidad a la insulina se puede echar mano de algunos alimentos que han demostrado aumentarla como:  arándanos, canela gracias a la metilhidroxicalcona (es importante recalcar la variedad de canela, debe ser Ceilán), vinagre de manzana (comer carbohidratos con ácido acético mejora la sensibilidad a la insulina  mediante una mejora en la retención de glucógeno hepático y muscular), chocolate puro (el cacao aumenta dicha sensibilidad). Además, otros suplementos interesantes serían: berberina, ácido alfa lipoico, taurina, ácido clorogénico, cromo, silimarina, jengibre, té verde, grosella, ginseng y curcumina. Y, por supuesto, también ayuda la presencia de tejido muscular (realizando ejercicio de fuerza), el cardio como el HIIT, el sueño, los carbohidratos, sí, los carbohidratos y evitar ácidos grasos poliinsaturados.

FUENTE: Relación de conceptos y reflexiónes propias

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4 comentarios en «Resistencia a la insulina y dieta sin azúcar»

    • Hola Mari Jose, gracias por el comentario, si en los tiempos que corren tendemos a ser muy reduccionistas culpando a los carbohidratos con facilidad o las grasas e incluso a las PUFAS ( tema muy tratado por aquí) pero otros aspectos como realizar deporte, moverse en el día, dormir bien, no ingerir alcohol, no fumar… pasan desapercibidos cuando puede que sean incluso más importantes…

      Un saludo!

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    • Hola Jesús!

      Gracias por leer el artículo, en otros post he intentado listar alimentos (alimentos optimos según Ray Peat) ) y en el post de ácidos grasos en contexto también hablo un poco del tema.

      Sin embargo, evitarlos a toda costa no es la solución, esa forma de actuar conlleva cierto talibanismo o religión alimentaria, vería más importante no abusar de los mismos pero incluir un contexto de salud con ejercicio abundante ( hipertrofia HIIT y NEAT), dieta normokcal, dormir muy bien, meditación, tomar el sol y luz infrarroja, relaciones sociales, exposición al frío controlada, ayunos estratégicos, etc…

      Quizás en estados de salud muy muy afectada reducir al máximo las PUFAS tendría sentido, pero, en contextos de normalidad… mientras no se abuse y sobre todo no abusar de las PUFAS en un entorno de hiperkcal crónico.

      Un saludo!

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