Miel como medicina complementaria

«Y así los osos salen de su estado de hibernación, comiendo miel.»

La miel puede actuar como medicina complementaria, está compuesta por un 75% de azúcares (monosacáridos como la fructosa principalmente y glucosa) en menor proporción contiene distintos minerales, polifenoles, vitaminas, carotenoides, aminoácidos, ácidos orgánicos y compuestos volátiles.

Su uso como medicina complementaria

Sus propiedades biológicas han sido estudiadas en profundidad: antioxidante, antibacteriano, antiviral, antiinflamatorio, antiulceroso, inmunomodulador, vasodilatador, hipotensor, antihipercolesterolémico desinfectante y antitumoral

Sin embargo los mismos investigadores del estudio comentan:

“los efectos proclamados de la miel en los sistemas metabólicos y cardiovasculares siguen siendo controvertidos. Por ejemplo, en humanos sanos, Al-Waili  observó que la miel redujo el colesterol, el LDL-C, los triglicéridos (TG), la homocisteína y la PCR, y elevó ligeramente el HDL-C. Además, observaron que en pacientes con hipertrigliceridemia, la miel disminuía los TG; en pacientes con hiperlipidemia, la miel disminuyó el colesterol LDL, y en pacientes con diabetes, la miel disminuyó los niveles de glucosa en el plasma. Tales observaciones apoyan el papel positivo de la miel en la prevención de enfermedades cardiovasculares. A la inversa, otras publicaciones muestran que el consumo de miel aumenta los niveles de hemoglobina glicosilada en pacientes con diabetes, lo que sugiere que no ayuda con el control glucémico en estos pacientes.

Fuente PMC

La miel puede impulsar la tasa metabólica o en su defecto seguir aumentando la inflamación, se puede polarizar a ambos extremos, mejorar sensibilidad a la insulina, o aumentar resistencia celular a la misma,

Para que la miel sea una medicina complementaria debemos atender a la importancia del entorno, que transmuta así el uso de miel, la pregunta es…

¿Que es un entorno adecuado?

Desde un eje hormonal, se debería mantener hormonas del estrés crónicamente bajo control o bajas, (cortisol, adrenalina…) otras como los estrógenos, prolactina, también deben ser equilibradas, se debe actuar a favor de la testosterona, progesterona y tiroides.

Desde un punto de vista metabólico, se debe realizar ejercicios de fuerza para crear hipertrofia muscular, no por el gasto energético (quemar kcal) ya que es ínfimo (la tasa metabólica y la actividad diaria son superiores) sino para crear un entorno metabólico más eficiente, las interleucinas, mioquinas, glucógeno intramuscular, y  otros componentes musculares actúan como un órgano endocrino mejorando la sensibilidad a la insulina. Y sobre todo debe existir un sueño correcto, el sueño es el rey metabólico, nos permite restaurar y reparar. Además de mantener una correcta dieta, baja en PUFAS a favor de la tasa metabólica

En definitiva: El entorno lo es todo.

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